Junio 08, 2015
+ Resultado en Sonora sorprende a panistas, priistas y hasta a medios.
+ Se han computado casi el 100% de las actas, el PRI arrasó al PAN.
+ Javier Gándara y Damián Zepeda reconocen su derrota y no pelearán.
El panismo hermosillense aún no da crédito a lo ocurrido el domingo 7 de junio. Todavía no digieren lo que pasó, no lo esperaban, los sorprendió a todos.
La maquinaria priista los arrasó, en términos coloquiales y al estilo sonorense, podemos decir que fue una madriza.
Vaya, ni los priistas se lo esperaban, ellos también se mostraron sorprendidos la tarde del domingo, y hasta los representantes de los medios de comunicación quedamos viéndonos las caras y escuchando con escepticismo los resultados de las encuestas de salida que leía Alfonso Elías Serrano.
Luego, cuando el Maloro Acosta Gutiérrez dio también su rueda de prensa y anunció que habían ganado “carro completo” en Hermosillo, otra vez hubo cierto escepticismo.
Sin embargo, los resultados preliminares que arrojaba más tarde el PREP del Instituto Estatal Electoral (IEE Sonora), le daban la razón. Sonora estaba prácticamente pintada de rojo. Las actas caían una por una y la tendencia tomaba forma, con los candidatos priistas siempre arriba.
En las últimas encuestas publicadas la semana previa a la elección, ya se visualizaba el posible triunfo de Claudia Pavlovich en la gubernatura y de Maloro Acosta en la alcaldía de Hermosillo; pero seguía la duda porque un amplio sector sostenía su intención de voto a favor de Javier Gándara del PAN y del propio Damián Zepeda, y dejaban ver que al menos en tres diputaciones locales y en las dos federales que abarca Hermosillo, serían ganadas por el panismo.
Pero ya sabemos la verdadera historia, con el 100 por ciento de las actas computadas, se confirma que el PRI arrasó, le pasó como aplanadora por encima al PAN, ganando todas las posiciones en la capital sonorense.
Con estos resultados que marca el PREP, el PRI se hizo de la mayoría en el Congreso del Estado, así como la mitad de las presidencias municipales (36 de 72 municipios), donde se incluyen ciudades como Hermosillo, Ciudad Obregón, Nogales, Caborca y Magdalena, mientras el PAN tiene ventaja en 24 municipios, recuperó Navojoa, Guaymas, Agua Prieta, perdió la capital, y gana también en Puerto Peñasco y San Luis Río Colorado.
En el Congreso local, los tricolores ganan 13 de las 21 diputaciones de mayoría y el PAN se alza con el triunfo en 8 distritos.
De las siete diputaciones federales que comprende el Estado de Sonora, el PRI gana tres, el PAN tres y hay una pendiente de definir.
El triunfo priista fue tan abrumador, que ya el propio Javier Gándara Magaña y el mismo Damián Zepeda, reconocieron la contundencia de los resultados, admiten que hicieron lo suficiente para ganar, pero el electorado no les dio el voto mayoritario y respetan cabalmente la voluntad de la población expresada en las urnas. Tanto uno como el otro anunciaron que no van a judicializar el proceso y dejarán transcurrir los conteos distritales y municipales para esperar los resultados finales.
Javier Gándara, entrevistado por medios de la capital del país, reconoció su derrota y no culpó a nadie por los resultados adversos. Deseó que Claudia Pavlovich haga un buen gobierno por el bien de Sonora y de los sonorenses.
Muchos esperaban que el abanderado blanquiazul responsabilizara al gobernador Guillermo Padrés de la derrota escandalosa sufrida por el PAN en Sonora; pero no lo hizo, como hombre, con integridad y dignidad encaró la derrota de su candidatura, pues consideró que la campaña la hizo él, considera que hicieron lo necesario para ganar; pero no lograron convencer a la mayoría y se respeta la decisión de los ciudadanos.
Javier no lo quiere admitir públicamente, pero es un hecho irrefutable que los resultados son un voto de castigo al cuestionado gobierno de Guillermo Padrés.
El Gobierno de Padrés resultó un lastre muy pesado. Nunca pudieron los candidatos del PAN, en especial Gándara Magaña, presumir logros de la administración de Padrés para “vender” esos resultados ante el electorado, porque lo que predominaba era la corrupción, opacidad, falta de transparencia y enriquecimiento de funcionarios estatales, y los candidatos blanquiazules lo que querían era permanecer lejos de esa percepción negativa que arrastraba el mandatario. ¿Cómo pedirle que los acompañara en un gran acto de campaña de fin de semana en esas condiciones?
Varios panistas comentaban desde la campaña, que era triste no poder presumir a Padrés como activo valioso ante el electorado.
A lo largo de la campaña, Javier Gándara nunca se atrevió a deslindarse públicamente del mandatario sonorense. Varias veces tuvo tibios intentos, pero nada contundente, y esa posición la sostiene hoy en la derrota. No culpa a nadie.
Uno de los muchos errores de la administración de Guillermo Padrés que pesaron en la campaña por la gubernatura a su partido, fue el encarcelamiento de su ama de llaves Gisela Peraza.
Debió haber sido liberada el pasado 2 de junio, pero para evitar que saliera tuvieron la genial idea de sembrarle en su celda varias dosis de droga.
Con ello, el aparato de procuración de justicia de Padrés hizo estallar un problema grave que derivó en manifestaciones de la mamá y una hermana de Gisela Peraza, que el PRI y demás detractores del gobierno de Padrés capitalizaron en los medios de comunicación y las redes sociales.
Todo eso durante el fin de semana de la jornada electoral, y sólo para terminar dejando en libertad a la ex ama de llaves de la familia Padrés Dagnino un día después de las elecciones, ya cuando el golpe político a la campaña de Javier estaba dado.
Estos son sólo algunos de los entuertos y tontejadas que sentenciaron el destino de la campaña panista por la gubernatura.
Por hoy hasta aquí la dejamos. Sean felices.
Hasta la próxima.
Contacto: redaccion@corneliomontano.com
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