La Columna de Cornelio Montaño
Junio 15, 2016
+ La delincuencia vuelve a asomar su rostro en Sonora.
Por Cornelio Montaño C.
Mientras en el discurso oficial escuchamos cifras de buenos resultados en operativos de seguridad y hasta nos presumen una reducción del 22 por ciento en la incidencia delictiva en Hermosillo, el accionar de la delincuencia vuelve a mostrar su grotesco rostro y una realidad lastimosa al convertir un sector de la capital de Sonora en campo de batalla con fatales resultados.
La semana pasada, mientras el alcalde Maloro Acosta, el procurador Rodolfo Montes de Oca y el secretario de Seguridad Pública, Adolfo García Morales, nos informaban los resultados alcanzados desde febrero al 4 de junio del presente año, que motivaron al Alcalde a anunciar una reducción del 22% en la incidencia de delitos como el robo a casas habitación y el robo de vehículos, en otro extremo de la ciudad era asesinado un ganadero y constructor sonorense.
Ayer, mientras el Maloro les tomaba protesta a los integrantes del Comité Ciudadano de Seguridad Pública, en la salida sur rumbo a Guaymas, un grupo de sicarios atacaba a un vehículo de la policía que trasladaba para rendir declaración a un reo menor de edad, con el saldo trágico que ya conocemos de cinco muertos, entre ellos el reo que trasladaban, tres sicarios y por desgracia un elemento de la Policía Estatal Preventiva.
De inmediato, el mismo lunes, el Procurador Montes de Oca visitó a la familia del agente caído en el cumplimiento del deber, José Alonso Urquijo Samaniego, y les ofreció todo el apoyo moral y respaldo económico de la corporación.
La propia gobernadora Claudia Pavlovich y el procurador Rodolfo Montes de Oca, así como el secretario de Gobierno, Miguel Ernesto Pompa, este martes rindieron honores y una guardia de honor ante el féretro con los restos del agente Urquijo Samaniego.
“Estoy aquí en cumplimiento de un deber como Gobernadora. Acompañando al oficial Urquijo, un joven de 26 años que murió en el cumplimiento de su deber y estoy dando la cara a los ciudadanos, pero sobre todo a los agentes que cumplen con su deber de esta manera”, expresó la mandataria estatal.
Los hechos se registraron cuando los policías estatales que trasladaban al menor Jesús Abelardo P.P., de 17 años, al Juzgado Especializado en Justicia para Adolescentes de la población de Cócorit, Sonora, hicieron una parada para comprar agua en un Oxxo ubicado en la salida a Guaymas.
Este momento fue aprovechado por los delincuentes encapuchados para ejecutar al reo y emprender la huida. Tras la persecución y enfrentamiento a balazos con la Policía, tres delincuentes fueron abatidos y lamentablemente el elemento ya mencionado de la PEI también perdió la vida y sólo tenía tres meses de haber ingresado a la corporación tras graduarse del Instituto Superior de Seguridad Pública del Estado (Isspe).
Este hecho refleja que los elementos de la PEI que trasladaban al detenido rumbo al Juzgado no siguieron el protocolo establecido para estos casos y realizaron una parada no programada y sin las debidas medidas de seguridad.
No se ha mencionado cuántos elementos de la PEI efectuaban el traslado, pero al parecer no fue con el suficiente personal. Faltaron medidas de seguridad, pues el reo no era un simple y común menor de edad, sino un joven que se enfrentó a la Policía en un domicilio de Navojoa el pasado mes de febrero, del que también se logró detener a otras dos personas y se aseguraron varias armas de alto poder y cortas.
Evidentemente los criminales tenían la encomienda de impedir que el reo trasladado rindiera declaración y lo lograron.
Otra cosa que deberá investigarse a fondo es lo relativo a posibles complicidades, tanto en el Itama, como en la propia Policía Estatal y hasta en el Juzgado, porque de alguna de esas partes salió la información precisa del traslado y que sirvió a los sicarios para ejecutar con toda precisión esta emboscada a los agentes para asesinar al detenido, al más puro estilo de una película de Hollywood.
Por desgracia hechos como éste ya no son tan aislados en Sonora. Hemos registrado crímenes de alto impacto lo mismo en Navojoa, que en Ciudad Obregón, Hermosillo, Nogales, Sonoyta, San Luis Río Colorado, Caborca y varios municipios más.
La Gobernadora y sus funcionarios responsables en el área de seguridad, han hecho grandes esfuerzos en equipar a las corporaciones; pero lo que no se ha hecho es una depuración, una limpia a fondo de malos elementos, de esos que son peores que los mismos delincuentes, porque es un secreto a voces que son policías quienes controlan el narcomenudeo no sólo en la capital sino en todos los grandes municipios de Sonora.
El Maloro ya no halla la puerta con el problema de la inseguridad en Hermosillo, en materia de delitos del fuero común, especialmente los robos a casas y negocios, como para venir a rematar con estos hechos de alto impacto y en los que tampoco vemos resultados por parte de las corporaciones de seguridad federales.
Por hoy hasta aquí la dejamos. Sean felices.
Hasta la próxima.
Contacto: corneliomontano@hotmail.com
Twitter: @corneliomontano
Facebook: Cornelio Montaño C
No Comment